El frágil equilibrio entre la salud pública y la economía

29 de julio de 2020

CEPA Panamá

El coronavirus llegó a Latinoamérica a finales de febrero, han transcurrido un poco más de cuatro meses y no ha sido posible lograr un equilibrio entre el confinamiento para proteger vidas y la vida productiva. Las medidas de cuarentena implementadas en numerosos países del continente han tenido un éxito relativo conteniendo el avance de los contagios, pero han resultado nocivos para la economía, sobre todo porque la región no cuenta con los sistemas de protección económica que si tienen en el continente europeo. 

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 41 millones de personas están sin empleo en América Latina y el Caribe, frente a los 25 millones de desempleados de enero.

Muchos países de la región están preparando la estrategia sanitaria que les permitirá poner en marcha la economía sin que se salga de control la pandemia, la realidad indica que la “nueva normalidad” para los países latinoamericanos será la de recobrar con gradualidad la maltrecha economía mientras se actúa con sumo cuidado contra el COVID-19. Países como México, Colombia, Chile y Brasil hicieron públicos sus balances financieros y de empleo, todos con resultados alarmantes.

Panamá no se escapa de esa realidad, y las cifras no son alentadoras:

La realidad de los Hoteles en Panamá ante la pandemia

La tasa de ocupación de los hoteles ha venido empeorando en los últimos años. Antes de la pandemia la ocupación estaba por debajo del 40%, ahora con 4 meses sin operación, se proyecta que algunos deberán enfrentar un cierre permanente. A la fecha el panorama para los hoteles es incierto, no hay una fecha estimada para su apertura.

Ovidio Díaz, presidente de la Asociación de Pequeños Hoteles de Panamá (Hoppan), informa que el gremio ha solicitado a las autoridades que permita a los pequeños hoteles ubicados en zonas apartadas, abrir antes de la apertura del bloque 4 donde está incluido el sector turístico. Lamentablemente, aún no se conocen los protocolos sanitarios que deben cumplir para poder operar en el país, pero podemos analizar lo que se ha planteado en otros países para guiarnos, y tratar de tomar lo mejor de cada caso.

¿Cómo ha sido la apertura de los hoteles en España?

En España se está dando durante el mes de julio la reapertura de los hoteles, después de tres meses de cierre obligatorio. Será un regreso con estrictos protocolos que afectan la experiencia de los huéspedes, desde el check-in y especialmente en los momentos de la comida. Estas medidas, dictadas por las autoridades para minimizar los riesgos de contagio, obligan a buscar el equilibrio entre la seguridad y la calidad de la experiencia de los huéspedes.

Las medidas incluyen desde el básico de limpieza y desinfección de los espacios comunes y los puntos de contacto (como barandas, mesas, manijas, lavamanos), hasta la reserva de espacios de aislamiento en el propio hotel para usuarios que presenten síntomas de COVID-19 durante su estancia. Los establecimientos también deben tener planes de asientos asignados en zonas comunes, para evitar contacto físico y aglomeraciones, así como señalización clara. Los aforos serán limitados y se identificarán las zonas de riesgo, en las entradas y puntos de mayor afluencia de personas. Los clientes también deberán completar unos cuestionarios de evaluación de riesgos antes de acceder al establecimiento. 

  1. Adaptación de interiores. Con la finalidad de reducir la posibilidad de contagio y facilitar las labores de limpieza, algunos hoteles están reduciendo los textiles y utilizando tejidos resistentes a soluciones alcohólicas. También están reemplazando los grandes sillones en el lobby por sillones más pequeños y separados entre sí, de manera que los huéspedes puedan mantener la distancia personal.
  2. Recepción segura. Las medidas que están aplicando en la recepción incluyen: alfombras desinfectantes y dispensadores de gel alcoholado en la entrada y en zonas de alto tráfico, instalación de pantallas de metacrilato frente al mostrador, desinfección de maletas, indicaciones y señales para mantener la distancia. 
  3. Tecnología para evitar el contacto. Los hoteles están implementando el check-in electrónico, se hace todo de manera on-line, desde la reserva en casa hasta la llegada al establecimiento con la incorporación de la llave electrónica, lo que permite al cliente prácticamente llegar a su habitación sin contacto con el personal.
  4. Limpieza y desinfección. Garantía de una desinfección profunda con productos viricidas en las habitaciones antes de la entrada de cada cliente, así como el refuerzo de la limpieza en superficies con contacto frecuente como controles de televisión (que se colocan en una bolsa tras ser desinfectados para cada nuevo visitante), tiradores y manillas de puertas, grifos o mandos de ducha. En cuanto al textil, sábanas y toallas lavadas a alta temperatura.
  5. Las nuevas amenidades: kit de mascarilla y gel antibacterial. Las amenidades se colocarán en el baño dentro de un neceser precintado, con lo que las superficies estarán más limpias y despejadas que nunca y se incluye un kit de protección sanitaria, con mascarilla, gel y guantes. Adicionalmente, se utilizarán materiales de un solo uso, ecológicos y desechables en todos los objetos de uso en la habitación (vasos biodegradables, servilletas de papel biodegradables, etc.).
  6. Una cita para comer. Las limitaciones en la cantidad de personas permitidas en espacios cerrados, obligan a implementar horarios a la hora de comer para no superar los límites, por lo que los huéspedes deberán hacer su reserva a la hora deseada y ser puntuales. Otras medidas que afectan el desarrollo de la comida incluyen cambios en el servicio de buffett, se implementan las porciones individuales y se prohíbe el autoservicio, los platos serán entregados por personal del hotel. Otra de las medidas consiste en incentivar el consumo en las zonas exteriores como terrazas, jardines y patios.
  7. Piscina y áreas comunes. Las piscinas estarán abiertas, pero siguiendo estrictas medidas de higiene: se reduce la cantidad de personas que pueden permanecer en la piscina, se limita la cantidad de sillas y aumenta la distancia entre ellas, queda prohibido mover sillas y mesas, y serán desinfectadas después de cada uso.

Sello “COVID free”

Las empresas buscan la forma de hacer frente a la crisis económica. Con este objetivo, son muchas las compañías que caen en los sellos que supuestamente certifican sus espacios de trabajo como ‘Libres de Coronavirus’.

Declarar un espacio libre de coronavirus no es posible y supone un riesgo adicional, al generar una sensación de falsa seguridad que podría provocar una relajación de las medidas higiénicas y sanitarias adoptadas por los clientes y empleados.

Por tanto, un sello que se autoproclama ‘libre’ o ‘free’ del virus ya está haciendo uso de un lenguaje que debería hacernos reflexionar sobre su fiabilidad. De igual modo, si hablamos de certificaciones basadas en auto-evaluaciones o declaraciones juradas que no cuentan con una auditoría final realizada por un tercero, que cuente con una serie de criterios previamente definidos. La mayor parte de los sellos y certificaciones que circulan por el mercado en esta nueva etapa de ‘vuelta a la normalidad’, obvian el estado de salud de los trabajadores, es decir, dejan de lado al vector de contagio, limitándose a garantizar medidas higiénicas y organizacionales.

Ante esto, uno se pregunta… ¿De qué sirve invertir y poner en marcha un paquete de medidas higiénicas y organizacionales dejando de lado al sujeto de contagio? Si hubiera sido suficiente con un protocolo de limpieza ¿Por qué ha estado el planeta confinado?

Para evitar este tipo de situaciones, en Panamá existe el “Sello Panamá Saludable”. Que es un certificado sanitario oficial de bioseguridad post COVID-19, con peso legal y que es entregado por el Ministerio de Salud a los establecimientos de interés sanitario, basado en los lineamientos y protocolos establecidos por cada empresa, y si siguen las regulaciones establecidas por las autoridades nacionales.

Es muy importante tener en cuenta la dualidad técnico-sanitaria a la hora de elaborar un plan de actuación y su certificación posterior. Por un lado, de cara a la reincorporación de los trabajadores, será fundamental conocer su estado inmunológico frente al virus y, por tanto, elaborar una estrategia sanitaria para evitar focos de contaminación y contagio. Por otro lado, deberían ser técnicos expertos en prevención de riesgos laborales los que diseñen el conjunto de medidas higiénicas, de distanciamiento interpersonal, y organizativas.

Contra el COVID-19 cada una de las acciones a implementar, deberá responder a las necesidades de cada compañía: del sector de actividad, del tipo de centro de trabajo, del número de empleados, de los tipos de puesto de trabajo, etc. 

En el Centro Especializado de Prevención de Accidentes (CEPA), hemos utilizado nuestra experiencia de más de 10 años en la elaboración de Planes de Prevención de Riesgos Laborales, así como en la capacitación relacionada a la Salud y Seguridad en el Trabajo, para elaborar un Plan Integral que tiene todos los elementos necesarios para el Retorno Seguro al Trabajo, basado en los Lineamientos para el Retorno a la Normalidad establecidos por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Trabajo.

Con este plan, ajustado a las Regulaciones Laborales COVID-19, garantizamos que las empresas cumplan de manera responsable con todos los requerimientos legales, y Protocolos de Seguridad Laboral para la Prevención y Mitigación del COVID-19 en el Trabajo.

En CEPA contamos con un equipo multidisciplinario, con experiencia en evaluar y asesorar todo tipo de organizaciones en temas relacionados a la seguridad. Nos especializamos en programas de manejo de emergencias, simulacros de evacuación, y señalizaciones de seguridad, cumpliendo con los requisitos de las autoridades competentes. 

Actualmente estamos guiando a más de 30 empresas en sus procesos de retorno al trabajo con nuestro equipo multidisciplinario, con el objetivo de restaurar sus operaciones tan pronto sea posible. Les asesoramos desde la organización de su comité  y protocolos de bioseguridad, hasta hasta brindar todas las capacitaciones preventivas de sus colaboradores.

Consulta sobre estos y todos nuestros servicios al 6780-6899 y 6504-8665.

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